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Web y foro contra la desertización, el cambio climático y erosión en las Islas Canarias

La variedad de árboles en los bosques influye en la absorción del carbono atmosférico

La variedad de árboles en los bosques influye en la absorción del carbono atmosférico

El Mundo, 21-10-2005

MADRID.- La variedad y mezcla de árboles en un bosque tropical puede afectar a la cantidad de carbono atmosférico que la superficie terrestre sobre la que crecen es capaz de absorber. Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia ha demostrado que esa función de almacenaje inherente a los ecosistemas está variando a causa de la extinción de especies que se registra desde hace años.

Un nuevo estudio científico realizado por investigadores de Estados Unidos y del Reino Unido que acaba de ser publicado en la revista Science desvela pistas sobre el enorme impacto que podría tener ese declive de especies en la biodiversidad de los bosques tropicales, del que apenas se tiene conocimiento científico, y que estaría vinculado con el calentamiento global del Planeta.

Los científicos conocen que la biodiversidad de los bosques tropicales está decayendo, pero desconocen sus impactos sobre funciones del ecosistema como el almacenamiento de carbono atmosférico.

Los científicos creen que el potencial terrestre para secuestrar carbono de la atmósfera podría verse alterado en gran medida por los los cambios en la composición de las especies en los bosques tropicales.

Para su investigación, los científicos simularon modelos de trabajo a partir de supuestas extinciones de especies en un bosque tropical, lo que les permitió establecer muchas combinaciones y composiciones de los resultados, bajo distintos escenarios, así como explorar las distintas posibilidades de almacenamiento de carbono por la superficie terrestre con masa forestal.

Simularon estos efectos retirando en sus modelos especies con alta probabilidad de extinción, como las de escasa densidad de población, y reemplazaron lo eliminado con muestras aleatorias de comunidades naturales restantes.

Según sus resultados, dependiendo del escenario de extinción considerado, las proporciones de almacenaje de carbono por parte de la superficie terrestre con masa arbórea variaban hasta más del 600%.

Los métodos de investigación de este equipo científico podrían adaptarse a otros ecosistemas forestales, según los autores del trabajo, con implicaciones para la conservación, la restauración y la gestión de bosques tropicales, que dan claves en el conocimiento de las consecuencias de la emisión de gases de efecto invernadero.

Alerta amazónica

Alerta amazónica

El País, 20-10-2005

Según un estudio pubicado en 'Science', la deforestación del gran pulmón del mundo avanza a un ritmo mucho más rápido del que se creía hasta ahora.

La deforestación en toda la cuenca del río Amazonas, considerada el gran pulmón del mundo, es peor de lo que se creía hasta ahora. Fundamentalmente, porque las actividades humanas están degradando la selva amazónica al doble del ritmo estimado previamente. Así al menos lo indica un estudio realizado por científicos de la Institución Carnegie de Washington y que este jueves ha publicado la revista Science.

Considerada la cuenca fluvial más grande del mundo, la región amazónica es un gigantesco ecosistema de selvas tropicales sobre una extensión de 7 millones de kilómetros cuadrados. También se le considera como la reserva biológica más rica del mundo, con millones de especies de insectos, plantas, pájaros y otras formas de vida, muchas de las cuales todavía no han sido registradas por la ciencia.

La tala de árboles

Pero más allá de eso, la cuenca es la que regula el clima de casi toda América del Sur y sus árboles son los grandes procesadores de dióxido de carbono y suministradores de oxígeno.

El informe sobre el estudio señala que esa riqueza está bajo amenaza y que el principal factor de la deforestación es la tala indiscriminada de árboles, a lo que se han sumado ahora las actividades de la industria maderera en la región. Hasta ahora, los métodos basados en las imágenes proporcionadas por satélites sólo detectaban las extensiones de terrenos en las que los árboles habían sido talados para dar espacio a las granjas o los pastizales.

Captación de imágenes

Sin embargo, un nuevo método de imagen por satélite desarrollado por los científicos de la Institución Carnegie, encabezados por Gregory Asner, ha logrado determinar niveles más precisos de la deforestación amazónica. El método llamado Sistema de Análisis Carnegie Landsat, en cuyo desarrollo también participó la NASA, permitió a los científicos identificar muchas zonas donde la floresta tropical ha sido reducida a través de lo que calificó como "una tala selectiva".

En este tipo de deforestación sólo se cortan ciertas especies de árboles comercializables y los troncos se transportan a los aserraderos ubicados fuera del campo. Para detectar y cuantificar ese tipo de árboles, en los cinco estados madereros más importantes de la Amazonía brasileña, los investigadores aplicaron el sistema que les permite analizar cada uno de los píxel de la imagen producida por tres satélites. A través de ese análisis lograron determinar el porcentaje de tierra con floresta y sin floresta dentro de cada punto de la imagen.

Los investigadores señalaron que entre 1999 y 2002, la tala selectiva añadió entre 60 y 128% más de área de floresta dañada a lo que se había informado hasta entonces. Según los autores, el volumen total de árboles talados representa entre 10 y 15 millones de toneladas métricas de carbono retirado del ecosistema.

Pérdida de humedad en la selva

La tala genera graves consecuencias ambientales. Entre ellas se produce una eliminación de la humedad característica de la selva y se aumenta el peligro de incendios, señalaron los científicos.

Financiado por la NASA y la Institución Carnegie, en el estudio también participaron científicos del Servicio Forestal de EE UU, el Instituto Internacional de Florestas Tropicales, de Puerto Rico, de la Universidad de Nuevo Hampshire y de EMBRAPA-Amazonia Oriental del estado brasileño de Pará.

El escritor Michael Crichton, un individuo peligroso

El escritor Michael Crichton, un individuo peligroso

Barcelona, 5/10/2005, (Ecoestrategia)

A finales del mes de septiembre el escritor estadounidense de ciencia ficción Michael Crichton, mundialmente célebre por best sellers como "La Amenaza de Andrómeda" o "Parque Jurásico", visitó España con el fin de promocionar su última nóvela titulada "Estado de miedo", una historia donde narra el supuesto complot criminal de una organización ecologista para tratar de convencer al mundo de la amenaza del efecto invernadero y el cambio climático que, según la tesis del autor, es algo inexistente.

Crichton, cuyas novelas en su mayoría han sido adaptadas al cine, asegura que aunque la temperatura media del planeta ha experimentado un leve incremento desde 1978 del orden de 0,08 grados centígrados (ºC) por década, no se ha producido ninguno de los efectos catastróficos que los defensores del Protocolo de Kyoto (tratado internacional que busca la reducción del uso de combustibles fósiles para frenar el calentamiento del planeta) habían previsto.

Con esto el autor no sólo desconoce los estudios científicos llevados a cabo por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a este respecto, sino que también cierra los ojos ante la serie de catástrofes naturales como sequías, inundaciones y huracanes (tal es el caso del reciente Katrina) que según expertos del mundo entero, como los de la Agencia Europea del Medio Ambiente, son producidos por la alteración del clima debido a la actividad humana, principalmente la quema de combustibles derivados del petróleo y el carbón.

Otro de los argumentos esgrimidos por el novelista, antiguo estudiante de Medicina de la Universidad de Harvard, es que "Evidentemente, el medio ambiente es un bien que debemos proteger, pero en ningún caso podemos olvidar que nuestro deber es preservar la vida del hombre. Si nos dedicamos a aceptar acríticamente cualquier mensaje procedente de medios ecologistas es probable que estemos poniendo en peligro el bienestar social. En cualquier caso, jugar a ser dioses y a controlar el medio ambiente es tanto como creer que se puede crear un hombre nuevo o desterrar definitivamente el crimen. La utopía ecologista, como la socialista, es un paso atrás en la civilización".

Estos planteamientos de Michael Crichton han sido aplaudidos y apoyados apasionadamente por los grupos neoconservadores (neocons) norteamericanos, y sus émulos de otras latitudes, quienes se sintieron muy irritados cuando en 2004 se estrenó la película "El Día después de mañana" mostrando los efectos catastróficos del Cambio Climático originados por la negativa (real y actual) de Estados Unidos a firmar el Protocolo de Kyoto, a pesar del tratarse del país que mayores emisiones de gases de efecto invernadero produce.

"El Día después de mañana" tuvo un espectacular efecto mediático entre la población y el Cato Institute, uno de los más importantes think tanks defensores del liberalismo económico, acusó a la película de "propagar temores infundados". Ahora los neocons tienen en este escritor a una figura capaz de transmitir a la opinión pública la idea de que el Cambio climático es una gran mentira inventada por los ecologistas".

Greenpeace responde a las alusiones del libro

La trama de "Estado de miedo" gira entorno a una organización ecologista ficticia llamada National Enviromental Resource Fund (NERF), pero que recuerda a grupos ecologistas como Greenpeace o el Resources Defense Council de Estados Unidos. Los miembros de esta supuesta organización llevan a cabo una serie de asesinatos y atentados terroristas con el fin de simular de manera artificial los efectos del Cambio Climático que, según el narrador, nunca se producirán.

Debido al revuelo y a la polémica suscitada en los medios, en gran parte azuzada por los estrategas de marketing de las editoriales para que la obra se venda en las librerías, la organización Greenpeace decidió responder oficialmente a las declaraciones emitidas por Michael Crichton.

Según Greenpeace, agrupación ambientalista protagonista de acciones espectaculares de gran despliegue mediático pero siempre dentro de la filosofía de la no violencia, "causa estupefacción que un autor norteamericano de Best-Sellers (Michael Crichton) utilice la presentación en España de su última novela para promover que, en vez de utilizar dinero en el Protocolo de Kioto, se utilice para combatir el hambre".

"Teniendo en cuenta que los Estados Unidos, con un 5% de la población mundial emiten un cuarto del total mundial de los gases contaminantes que causan el cambo climático; que el Gobierno de Bush no sólo no es firmante de Kioto, sino que lleva años haciendo todo lo posible por torpedearlo y que con los billones de dólares que ese gobierno se gasta en un año en sofisticado armamento podría resolverse el problema global del hambre, parece que las recomendaciones de Crichton no están bien enfocadas", aseguran los "guerreros del arco Iris".

Criminalización del ecologismo

Los ecologistas agregan que "no es la misión de Greenpeace responder a novelas de ficción, pero este libro se enmarca dentro de la campaña en contra de los ecologistas en general, y tiene como objetivo generar dudas que eviten una acción decidida en contra del cambio climático. Por ello consideramos necesario hacer algunas consideraciones. Ciertamente, y aunque el autor lo niegue, las líneas argumentales son demasiado burdas, y plasman las mismas tesis que las defendidas y promovidas desde hace años por las petroleras y la administración Bush: cuestionar el cambio climático y criminalizar a los ecologistas".

En lo relativo a la criminalización del movimiento ecologista sostienen que "tampoco el tema se queda en el ámbito teórico. Esta argumentación sirve de marco para justificar acciones concretas que buscan criminalizar el movimiento de defensa del medio ambiente. Esas acciones van desde acusar a los ecologistas de ser los culpables de los daños del Katrina, hasta iniciativas del Fiscal General de Estados Unidos contra organizaciones ecologistas, pasando por la investigación a ciertos grupos ambientalistas que realiza el FBI bajo el amparo de la legislación antiterrorista".

Greenpeace concluye que "la burda argumentación pseudocientífica de la novela ha sido ampliamente rebatida por la comunidad científica en: http://www.realclimate.org/

Otras de las afirmaciones dentro de este texto, que dejarán boquiabierto al lector medianamente informado, son la negación de que los casquetes polares se estén derritiendo a causa del aumento de la temperatura planetaria y de que estén desapareciendo miles de especies animales y vegetales cada año. Igualmente se desmiente la relación existente entre la utilización de algunos productos industriales y el aumento en la incidencia de cáncer en los países desarrollados. La guinda del pastel es el argumento de que la prohibición del DDT (uno de los productos químicos de la "Docena sucia") ha traído consigo más perjuicios que beneficios.

Preguntado por los periodistas sobre la posibilidad de que "Estado de miedo" fuese llevado a las pantallas de cine, Crichton respondió que no lo veía posible, ya que el tema era polémico.

En el caso de este tecnotriller se aplica perfectamente la frase del experto en temas ambientales del Cato Institute, Patrick Michaels, cuando dice que "Las mentiras disfrazadas como ciencia nunca deberían determinar cómo vivimos nuestras vidas".

El cambio climático causa la muerte a millones de personas en los países subdesarrollados

El cambio climático causa la muerte a millones de personas en los países subdesarrollados

El Mundo, 6-10-2005

MADRID.- El cambio climático y la contaminación medioambiental son la causa de la muerte prematura de millones de personas en los países en vías de desarrollo y perjudican el desarrollo económico de estas naciones, según un informe hecho público por el Banco Mundial.

El documento apunta a la rápida urbanización y la falta de higiene como los principales riesgos para la salud en los países subdesarrollados, y atribuye al calentamiento global el importante incremento de los casos de malaria y dengue. También vincula el aumento de la incidencia del cáncer con factores medioambientales.

Según el Banco Mundial, unos 1.100 millones de personas no tienen acceso a aguas que ofrezcan unas mínimas garantías sanitarias y 2.600 millones no disponen de sistemas de saneamiento de las aguas residuales. Como consecuencia, cada año se producen 4.000 millones de casos de diarrea, que causan la muerte a 1,8 millones de personas, principalmente a niños menores de cinco años. Los autores del informe denuncian la baja inversión en medidas para el saneamiento del agua, que en 2000 sólo ascendió a 1.000 millones de dólares, un 10% del gasto total en agua.

La contaminación atmosférica causaría unas 800.000 muertes prematuras al año en las ciudades, mientras que el uso de chimeneas como calefacción sería responsable de 1,6 millones de fallecimientos en el entorno rural, ya que muchos casos de infección respiratoria aguda son causados por la contaminación del aire en el hogar. En Guatemala un 36% de la mortalidad infantil se debió a esta causa entre 1997 y 2000.

La exposición a químicos tóxicos también tiene un impacto creciente en la salud de los más pobres y en especial entre los niños. Un 60% de la mano de obra infantil se encuentra expuesta riesgos laborales, y más del 25% de esos riesgos se derivan del uso de dichos productos.

"Sin una mano de obra sana y productiva no tendremos el crecimiento económico necesario para garantizar que los países pobres dejen de serlo, ya que la población con menos recursos es la más vulnerable a los entornos contaminados", según Warren Evans, director del departamento para el Medio Ambiente del Banco Mundial.

Las emisiones de CO2 se reducen en un 80 por ciento en los vehículos con biodiesel respecto a los normales

Las emisiones de CO2 se reducen en un 80 por ciento en los vehículos con biodiesel respecto a los normales

Noticias.ozu.es, 19-10-2005

Las emisiones de CO2 se reducen en un 80 por ciento respecto a los vehículos que utilizan combustibles derivados del petróleo. En Madrid, el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, ha presentado hoy 12 autobuses de la Empresa Municipal de Transportes que funcionan con biodiesel 100 por cien renovable, es decir, sin mezcla alguna con gasóleo. Los vehículos han comenzado ya ha funcionar en líneas de la zona norte de la ciudad.

Según explica el Consistorio madrileño en una nota de prensa, este combustible lo suministra la firma EHN, del grupo Acciona, cuyo presidente, José Manuel Entrecanales, ha estado hoy también en la presentación de la nueva flota. El biodiesel 100 por cien renovable comenzó a emplearse en junio de este año en autobuses de diferentes marcas y modelos. Los vehículos han recorrido desde entonces más de 80.000 kilómetros.

El empleo de biodiesel proporciona grandes ventajes para el medio ambiente, ya que supone una notable disminución de las emisiones contaminantes como el monóxido de carbono, óxidos de azufre y partículas. La producción de biocombustibles es además una alternativa de uso para los terrenos que están abandonados, con lo que se evitan los fenómenos de erosión y desertización del suelo.

Las emisiones de CO2 producidas por los combustibles derivados del petróleo se reducen en un 80 por cien con el biodiesel, al cerrarse el ciclo con la absorción que, de este contaminante, realizan los vegetales empleados. Esta característica permite así disminuir los gases de efecto invernadero y avanzar en el cumplimiento del Protocolo de Kioto.

En los cuatro meses que llevan funcionando estos autobuses no se ha apreciado en ellos ningún problema mecánico y los resultados de los análisis efectuados sobre el sistema de inyección de combustible, filtros y el aceite motor han sido correctos. La nota destaca, además, que los autobuses no han necesitado ningún ajuste especial en sus reglajes específicos ni tampoco la incorporación o sustitución de ninguno de sus componentes para adecuarlos al nuevo combustible.

Las experiencias con este tipo de combustibles se iniciaron ya en el año 1997 y continúan hasta la fecha. En ese año, el Proyecto BIO-BUS empleaba como carburante una mezcla de gasóleo al 70 por cien y éter metílico derivado del aceite de girasol al 30 por cien. El proyecto se realizó entre 1997 y 1999, recorriendo más de 200.000 kilómetros durante el ensayo.

Desde noviembre de 2003 hasta marzo de 2005 se realizó una nueva prueba con autobuses dotados con motor que cumple con las especificaciones Euro III en cuanto a su nivel de emisiones de contaminantes, recorriendo con estos vehículos, más de 260.000 Km. Todos los ensayos se han realizado empleando biocarburantes procedentes del tratamiento de aceites vegetales vírgenes, no recuperados, que cumplen la Norma Europea EN 14214.

Tras estos periodos de ensayo se ha podido comprobar que no ha existido ninguna problemática técnica específica que afecte a los autobuses, a sus sistemas mecánicos ni a sus prestaciones, equivalentes al resto de los autobuses de similares características. Asimismo se ha comprobado que los análisis realizados sobre los lubricantes y filtros de los autobuses que han funcionado con biodiesel, han arrojado unos valores correctos.

Pino, el árbol maltratado

Pino, el árbol maltratado

Clemente Alvarez
El País Semanal, 16-10-2005

Año trágico para nuestro paisaje. Han ardido ya más de 150.000 hectáreas de superficie forestal. La mayoría, pinares. Por eso vuelven a arreciar las críticas a estos árboles. Tenemos 1.900 millones de pinos y no todos son iguales. Se trata de poner las cosas en su sitio.

Los pinos consiguen adaptarse a las condiciones más duras de la península Ibérica, desde suelos muy pobres y arenosos hasta altitudes de más de 2.000 metros. Éste es el caso de los Pirineos, donde se encuentran espléndidos bosques, como los del valle de Benasque, en Huesca.

En un bosque invadido por el silencio, cientos de pinos en hileras se levantan erguidos hacia el cielo. Están rodeados de un tétrico manto de tierra negra que lo cubre todo y de sus troncos sólo quedan esqueletos carbonizados. En este año trágico, en el que el fuego ha calcinado ya más de 150.000 hectáreas de superficie forestal, se vuelven a avivar las críticas hacia el denostado pino. No hay un género de árbol más abundante en el país, ni ninguno que arda más y mejor. Pero tampoco otro que haya sido tan maltratado, pues si destaca este fascinante grupo de coníferas es justo por aferrarse con sus raíces a las tierras ibéricas más pobres y duras para abrir camino a la vida.

El Inventario Forestal Nacional, que elabora el Ministerio de Medio Ambiente, dice que la especie más común del país, con 687 millones de ejemplares, es la encina, y la segunda, con 623 millones, el pino silvestre (Pinus sylvestris). Ahora bien, si se engloban todas las especies de esta conífera en un mismo grupo –tal y como hace la mayoría de la gente sin proponérselo–, lo cierto es que el género Pinus es el más numeroso y comprende 1.900 millones de ejemplares de los cerca de 5.000 millones de árboles que pueblan los bosques españoles. Si a cada ciudadano del país corresponden unos 113 árboles, 43 de ellos son pinos.

Con todo, esta gran masa arbolada que cubre hoy una superficie total de 15 millones de hectáreas –un 30% del territorio español– no ha sido siempre así. Para comprender el paisaje forestal actual no basta con mirar al presente, sino que se debe acudir también a los archivos del pasado, y en especial a los registros del antiguo Icona. Éstos cuentan que, sólo entre 1940 y 1987, la Administración repobló tres millones de hectáreas de tierras vacías y degradadas. Y que, en un 83% de esta inmensa superficie, lo que se plantaron fueron exclusivamente pinos. “Estas reforestaciones no sólo supusieron cultivos masivos de una sola especie que desmocharon la biodiversidad y aumentaron la vulnerabilidad ante las plagas y los incendios, sino que además los montes públicos eran pocos, y en algunos casos se forzó a propietarios y pueblos a plantar en sus terrenos”, reprocha el botánico Bernabé Moya, director del departamento de árboles monumentales de la Diputación de Valencia. “Estas actuaciones estaban basadas en promesas de ingresos futuros, pero muchas fracasaron, y las especies de crecimiento rápido acabaron convirtiéndose en el camino más largo y menos rentable, económica y ecológicamente”.

Las especies plantadas fueron mayoritariamente los siete pinos autóctonos del país: el pino silvestre, el pino de alta montaña (Pinus uncinata), el pino carrasco (P. halepensis), el pino piñonero (P. pinea), el pino rodeno (P. pinaster), el pino negro (P. nigra) y el pino canario (P. canariensis). Pero también una variedad de pino negro austriaca y, sobre todo, la californiana P. radiata, un árbol forastero del que hoy crecen en la Península nada menos que 106 millones de ejemplares. Paradójicamente, el rechazo a estas reforestaciones acabó por estigmatizar a todas estas especies, y todavía se tiende a veces a considerar a cualquier pino como un árbol foráneo o invasor, cuando las siete variedades autóctonas llevan miles de años pugnando por sobrevivir en las tierras ibéricas. Esto ha quedado demostrado, entre otros, por el profesor titular de Geobotánica de la Universidad Autónoma de Madrid, Helios Sainz Ollero, que ha llevado a cabo perforaciones hasta 18 metros de profundidad en zonas húmedas de todo el país para extraer polen fosilizado de árboles de los últimos dos millones de años. Con estas valiosas muestras extraídas de los archivos naturales de la Tierra, el investigador ha reconstruido los paisajes ibéricos del Cuaternario y ha deducido que, cuando las glaciaciones transformaron lo que hoy es España en una estepa fría e inhóspita, los bosques se reducían a pequeños rodales, en los que resistían sobre todo los pinos. Luego, al suavizarse el clima, como ocurrió hace entre 18.000 y 10.000 años, esta conífera era la primera en reconquistar las tierras perdidas, aunque a la larga acababa desplazada a las peores zonas por las frondosas, que iban ganando territorio. “De alguna forma, cuando el ser humano mantiene de manera artificial el pino en las tierras más fértiles y frena la expansión de las frondosas, está actuando como una glaciación”, incide el investigador.

Las repoblaciones masivas de los últimos 50 años explican, en buena medida, el menosprecio hacia el género Pinus frente a otras especies autóctonas, como la encina o el roble. Pero, para comprenderlo del todo, basta aguardar a que vuelva a prender la llama en el pinar, una vez más. Esta conífera está considerada un árbol pirófilo (o pirófito), lo cual se traduce como amigo (filo) del fuego (piro), y es que parece estar especialmente diseñada para arder mejor. Está cargado de aceites esenciales y de pegajosa resina, sustancias muy inflamables que vuelven completamente locas a las llamas. Además, sus hojas y sus ramas se dejan quemar rápido y sus piñas pueden salir despedidas en el aire como bombas incendiarias. El resultado es un fuego rápido y explosivo, arrasador, aunque, en el caso de variedades como el carrasco o el rodeno, en la tierra quemada pueden quedar desperdigados un centenar de pequeños piñones repletos de nutrientes por cada metro cuadrado. Si todo va bien, estas semillas habrán germinado en la siguiente primavera y los pinos empezarán a reconquistar de forma rápida el espacio.

¿Significa esto que estos árboles se han adaptado hasta tal extremo a las llamas que las han convertido en una ventaja para expandirse? Para algunos investigadores, como Gonzalo Nieto, vicedirector del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), “los incendios están muy documentados en la historia del Mediterráneo y los pinos han terminado por beneficiarse de ellos y utilizarlos como estrategia”. Sin embargo, otros, como Bernabé Moya, señalan: “Si de lo que se trata es de propagar unos genes, no parece lógico que el árbol de un pinar pueda sacar ventaja de sucumbir ante el fuego, pues generaría muchas más semillas de seguir con vida”. Además, el valenciano plantea otra cuestión: “Pongamos que los piñones salen adelante y brotan del suelo nuevos árboles, los pinos no alcanzan la madurez sexual para dar nuevas semillas fértiles antes de al menos 15 o 25 años. ¿Qué pasa si se produce otro incendio? Que ya no quedará nada de donde pueda nacer un nuevo pino”. No hay acuerdo entre los expertos. Eso sí, todos absuelven al pino: por muy pirófilo que sea, no se le puede cargar con la culpa de las antiguas repoblaciones o de que se encienda una cerilla furtiva en lo más recóndito del bosque.

Los pinos autóctonos merecen ser vistos con otros ojos, pues se trata de unos seres vivos con unas sorprendentes características botánicas. Como aduce Javier Cantero, especialista del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, si estas coníferas fueron elegidas para las reforestaciones fue justo por su increíble capacidad para sobrevivir donde parece imposible. “El pino es el sufridor de los montes y se asienta en los lugares que no quieren el resto de especies”, recalca. “Es el árbol más idóneo para recuperar zonas degradadas, pues en una primera fase permite fijar vegetación para evitar la erosión, reducir la evaporación o aumentar la temperatura de superficie, y así poder introducir luego otras variedades forestales”.

El denostado árbol reúne, pues, una serie de adaptaciones y propiedades que lo convierten en único para enfrentarse al peor clima mediterráneo. Para empezar, y de acuerdo con estudios de Luis Gil, doctor ingeniero de Montes y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, sus pinchudas hojas aciculadas ofrecen poca superficie vulnerable a los rayos del sol o a las heladas; además, las acículas disponen de unas ceras que sellan su epidermis en los periodos de mayor calor para proteger las reservas de agua. Si bien una encina consume el 60% del agua que requiere un pino, el tiempo que sus hojas permanecen sin daños en condiciones de sequía es sólo el 35% del que alcanzan las coníferas. Asimismo, los pinos no ponen reparos en vivir en los suelos más arenosos o pobres en materia orgánica, y, al contrario que las frondosas, no toleran la sombra y necesitan sol para desarrollarse, un rasgo que los convierte en perfectos colonizadores de parajes desarbolados y secos.

“En la actualidad, las reforestaciones han cambiado mucho y se utilizan otras especies resistentes y pioneras, como la retama, o sistemas mixtos de distintas variedades de árboles”, comenta Susana Domínguez, ingeniera forestal y presidenta de Bosques Sin Fronteras. “Pero todavía se sigue metiendo a veces pino, pues cuando más se ha primado la plantación de alcornoques y encinas, después ha habido que arrancar muchas porque se secaron”. Tanto la ingeniera Domínguez como el botánico Moya se dedican, por separado, a rastrear el país en busca de los árboles más excepcionales, aquellos que merecen ser catalogados como monumentales. Se han adentrado en infinidad de bosques y saben como nadie que el austero pino también puede ser de los árboles más respetados y ancianos. En España, las especies de pinos más longevas son el negro, el de alta montaña y el canario; que crecen de forma más lenta y por ello tienen una madera más resistente. Tal es así que, como cuenta Domínguez, “el rey Felipe II, que era un gran amante de la botánica, hizo traer pinos negros desde la serranía de Cuenca para construir el monasterio de El Escorial”. Claro que, curiosamente, este soberbio palacio madrileño no lleva construido ni la mitad de lo vivido por los pinos considerados más viejos del país: unos soberbios ejemplares de pino negro de más de 30 metros, refugiados en la sierra de Cazorla (Jaén) desde hace casi mil años. Otros de la misma variedad, en el parque natural dels Ports (Tarragona), o los canarios de El Paso (La Palma), han sido datados en 800 años. Aun así, lo cierto es que pueden hallarse ejemplares magníficos de las siete especies por todo el país: el pino de alta montaña de Peixerany, en Boí (Lleida); el negro de Las Cuatro Garras, en Boniches (Cuenca); los silvestres de la sierra de Baza (Granada); el piñonero de Lantarón (Álava); el rodeno de Los Dos Hermanos, en Villargordo del Cabriel (Valencia); el carrasco Pi Gros, en Santa María (Mallorca); los canarios de Vilaflor (Tenerife)…

Una de las particularidades más atractivas de este género Pinus es que, en contra de lo que parece, cada una de sus variedades es muy distinta de las otras. Y si por separado estos árboles pueden resultar fascinantes, cuando se juntan en bosques antiguos dan lugar a fabulosas masas forestales. En los montes de Valsaín (Segovia), los estilizados troncos anaranjados de los pinos silvestres se agolpan en las faldas del Guadarrama. Éste fue el primer espacio protegido con leyes en España tras prohibirse la pesca y la caza en el año 1579. Más al sur, en las marismas de Doñana (Huelva), sorprenden doblemente los grandes pinos piñoneros. Sorprenden por la original figura de esta conífera, que se asemeja a un gigantesco hongo, pero en especial por la fina arena de las dunas de la que salen sus largos troncos. No menos heroicos parecen los pinos de alta montaña, cuya gesta es vivir allí donde ningún otro árbol es capaz de subir: entre 1.600 y 2.400 metros de altitud. En los Pirineos, esta especia abunda en los valles más altos, donde, además del tórrido calor, debe soportar ventiscas y nevadas, un auténtico tormento que queda patente en la inquietante forma retorcida de sus figuras. A menor altura, pero también en montaña, los pinos negros exhiben su majestuoso porte en los increíbles bosques de Puebla de San Miguel (Valencia). Los oscuros y viejos troncos de estos árboles no pueden sino infundir respeto a los paseantes que llegan a este lugar mágico. Por no hablar de la variedad canaria del parque nacional de la Caldera de Taburiente, en La Palma, una joya endémica acostumbrada a vivir entre volcanes que ha desarrollado una habilidad única entre los pinos del mundo: su tronco rebrota tras arder.

Todas estas coníferas llevan la vida a los lugares más extremos, y algunos animales, vegetales u hongos se han especializado en vivir junto a ellas. Es el caso del oso pardo o del piquituerto común, cuyo pico cruzado, especialmente desarrollado para desgranar las piñas, resulta una rareza entre las aves. Tras el drama del fuego, el pino también devuelve la vida.

El calentamiento global es una amenaza para el continente africano

El calentamiento global es una amenaza para el continente africano

Alexandra Zavis

Associated Press, 20-10-2005

JOHANESBURGO - Las consecuencias potenciales del calentamiento global podrían ser devastadoras para Africa, el continente más pobre del mundo. Y además, se considera que sus países son los menos preparados para hacer frente al problema.

"Cuando tienen un problema de cambio climático, los países desarrollados simplemente lo resuelven con dinero. En Africa no podemos hacer tal cosa", dijo el investigador Luanne Otter en una conferencia sobre el tema que concluyó el jueves en Sudáfrica. "Es nuestra vulnerabilidad lo que nos diferencia de los países desarrollados", agregó Otter, del Grupo de Investigaciones Climatológicas de la Universidad de Witwatersrand.

Las temperaturas de la superficie subieron unas seis décimas de un grado centígrado durante el siglo XX, en el mayor incremento de esas mediciones en 1.000 años, según el Panel Intergobernamental de Cambios Climáticos. El panel dijo que 1998 fue el año más caliente que se haya registrado hasta el presente, y datos recibidos del resto del mundo indican que el 2005 podría ser aún más caliente.

Los climatólogos afirman que el recalentamiento continuará mientras continúen las emisiones de anhídrido carbónico derivadas de la combustión de combustibles fósiles y de otros gases que se concentran en la atmósfera y crean el llamado "efecto de invernadero" al impedir la salida del calor.

Los países africanos producen un porcentaje mínimo de las emisiones, pero ya sufren las consecuencias de los cambios en los patrones climáticos, dijeron investigadores que hablaron en la conferencia de esta semana.

La capa de hielo que cubre la mayor altura de Africa, el monte Kilimanjaro, ha comenzado a reducirse y a ceder terreno. El proceso de desertización avanza en la región de Sahel, en el noroeste. Las sequías, la inundaciones y otros acontecimientos extremos desde el punto de vista meteorológico se hacen más frecuentes y más severos. Y numerosas especies de plantas y animales han reducido sus ejemplares. En el famoso Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, algunas especies ya están en vías de desaparición, según el profesor Norman Owen-Smith de la Universidad de Witwatersrand.

El ministro sudafricano de Asuntos Ecológicos, Marthinus van Schalkwyk, instó a los Estados Unidos y otros países a firmar el Protocolo de Kioto, que insta a los 35 países más industrializados a reducir en un 5,2% las emisiones de anhídrido carbónico y otros gases respecto a sus niveles de 1990. Las naciones firmantes del protocolo tienen hasta el 2012 para lograr esa reducción.

Los expertos vaticinan que 2005 podría ser el año más caliente

Los expertos vaticinan que 2005 podría ser el año más caliente

El Mundo, 14-10-2005

WASHINGTON.- Meteorólogos de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) aseguran que el presente año va camino de batir todos los récords de altas temperaturas, siguiendo la tendencia de incremento del calentamiento global que comenzó hace ya 25 años.

Los análisis realizados por expertos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, que recopilaron datos de más de 7.000 estaciones meteorológicas de todo el mundo, revelan otros "signos dramáticos" del llamado efecto invernadero, según informa el diario "The Washington Post".

Son signos de alarma que ya pusieron de manifiesto estudios científicos independientes y gubernamentales, como la considerable reducción de la capa de hielo del mar Artico y las "inauditas" altas temperaturas del océano en la costa del Golfo de México, devastada recientemente por dos huracanes.

Según el diario, expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) aseguran que el pasado mes de agosto la temperatura del agua en esa zona de la costa estadounidense fue la más alta desde 1980, lo que pudo contribuir al incremento de la intensidad de los huracanes.

"Nadie debería sorprenderse de que esto esté pasando", según David Rind, uno de los científicos del Instituto Goddard, quien recordó que los años 2002, 2003 y 2004 ocuparon el segundo, tercer y cuarto lugar en la lista de los de mayores temperaturas. Los últimos estudios revelan que el calentamiento global de la Tierra es mayor en el hemisferio Norte y que la temperatura media del planeta seguirá incrementándose hasta el año 2100.

La mayoría de los científicos considera que la principal causa del efecto invernadero son las emisiones de dióxido de carbono que provienen de la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas, mientras que sólo unos pocos argumentan que el calentamiento global responde a un ciclo natural.

Cómo gestionar el agua dulce

Cómo gestionar el agua dulce

Cristian Frers
Técnico Superior en Gestión Ambiental y Comunicación Social

El notable incremento de la población mundial de las últimas décadas se ha visto acompañado por un aumento en el consumo de agua por persona. Esto ha producido un gran incremento de la demanda de agua, una persona gasta 200 litros si se baña con bañera y 100 si se ducha, un grifo que gotea en casa son 35.000 litros de agua al año, lo que combinado con los desequilibrios en el suministro que producen las variaciones temporales en las precipitaciones ha llevado a situaciones regionales de escasez de agua que, cada vez con más frecuencia y gravedad, aparecen en muchas zonas del Planeta.

Desde el punto de vista de la contaminación, el sector industrial es, en muchos casos, la fuente más importante de contaminación, pese a no ser el mayor consumidor de agua. Los desechos líquidos industriales, por ejemplo, asociados a los procesos de producción de textiles y papel, traen gran cantidad de contaminación orgánica. En general, la industria y la agricultura llevan gran cantidad de contaminantes químicos a las corrientes de agua. Cada vez está más claro que el agua dulce es un recurso finito, vulnerable a la contaminación.

Los niveles del uso del agua son: el 73% para uso agrícola, 20% para la industria y 7% para el uso doméstico. Siendo el riego el uso más importante y tal vez el más deficiente porque se pierde hasta el 70% del agua en el transporte. Es bien clara la necesidad de tener una mayor eficiencia en el uso agrícola, pero también lo es en los sistemas de agua doméstico ya que se presentan costos innecesarios y significativos.
La información y la educación son claves para la creación de una nueva cultura en el manejo del agua. Mientras la comunidad no entienda su rol respecto al uso del agua, los proyectos que se emprendan hacia su conservación tienden a no ser sostenibles y las inversiones de capital económico y de trabajo se pueden perder.

En la actualidad, desde el punto de vista de la gestión del agua, los problemas se relacionan con la ineficiencia, especialmente por las decisiones en materia de política y tecnología. En los procesos de desarrollo de los sistemas de abastecimiento de agua, se consideró durante mucho años que la tecnología era la solución principal a los problemas, y por consiguiente era necesario transferirla de manera masiva, de los países industrializados hacia los países en vía de desarrollo. Estas tecnologías implantadas, sin tener en cuenta las condiciones locales, fracasaron y tuvieron consecuencias funestas para la población y el ambiente. No funcionaron porque, al parecer, olvidaron que el fin último de la tecnología era que la gente la usara, que funcionara a través del tiempo y que el uso dado por las comunidades, estaba determinado por su contexto sociocultural, económico y ambiental.

Frente a esta situación, se ha venido trabajando en modelos de gestión del agua y saneamiento básico, teniendo en cuenta la participación de la comunidad, ya que se ha podido comprobar que la participación de la comunidad en los proyectos de desarrollo da buenos resultados, cuando la población afectada se involucra en los proyectos y se les permite contribuir con sus conocimientos a la configuración de éstos, tornando el trabajo más eficaz y productivo. Al mismo tiempo, se aumenta la capacidad de los individuos para organizarse a fin de hallar soluciones a los problemas que los aquejan.

Generar capacidad de gestión en las comunidades implica asumir los proyectos relacionados con la problemática del agua, desde ópticas más amplias, que consideren aspectos como:

-Trabajar participativamente en equipos interdisciplinarios porque, conforme está estructurado el saber en el mundo moderno, cada profesión es experta en un campo específico y por lo tanto solo el trabajo interdisciplinario permite recuperar la visión de totalidad y aproximarse a la solución de los problemas.

-Empezar por construir y fortalecer el concepto de comunidad para que el proyecto se maneje con criterios de solidaridad.

-Promover estrategias de trabajo que permitan la participación de todos los usuarios del sistema en las decisiones y no solamente los líderes.

-Trabajar con la comunidad desde su contexto sociocultural específico, lo cual implica el reconocimiento y valoración del saber.

Pese a la urbanización creciente, gran parte del mundo en desarrollo sigue siendo rural. Las comunidades rurales tienden a ser pobres y sufren limitaciones para el desarrollo como resultado de la infraestructura deficiente, las oportunidades de ingreso limitadas y la falta de voz en el ámbito político. Un campo que no se gestione adecuadamente puede ser una fuente de contaminación, ya que sedimentos de los campos erosionados pueden obstruir los arroyos y represas; los fertilizantes, pesticidas y desechos animales pueden ser arrastrados hacia las aguas subterráneas o lavados hacia los arroyos, matando plantas, peces y otros animales.

Se ha aprendido mucho sobre lo que funciona y lo que no funciona en los proyectos rurales de abastecimiento de agua y saneamiento. El principio de la metodología se basa en potenciar las capacidades, tanto de las comunidades como de las instituciones, al reconocer que cada actor tiene un conocimiento y que las soluciones se construyen con la participación, tanto para problemas de orden técnico, como para abordar creativamente los problemas de orden social y legal asociados con los aspectos del agua y el saneamiento básico en las comunidades.

Considerar el acceso al agua como un derecho humano y social conlleva la aplicación de reglas, deberes y obligaciones que muchos Estados y la mayoría de las empresas privadas multinacionales no desean que sean impuestos. Pero, ¿existe verdadera libertad y justicia sin reglas, obligaciones y solidaridad respecto al derecho a la vida para todos?

Actualmente a nivel mundial, las políticas administrativas promueven la descentralización de los recursos y de las decisiones y gestiones públicas, al orden local. Y esto, no solo en el ámbito administrativo, también en el ámbito de la educación, las comunidades deben ser gestoras de sus propias iniciativas. De esta manera, es preciso concienciar a la población de que el agua es un bien económico y social, y el descuido de este recurso y su contaminación implican grandes riesgos a nivel ambiental y en la salud integral. No preservar el agua, implica la inversión de grandes cantidades de dinero en su tratamiento y ese dinero finalmente sale de los propios bolsillos de las comunidades.

En sólo 5 años podría haber 50 millones de “refugiados ambientales”

En sólo 5 años podría haber 50 millones de “refugiados ambientales”

11 oct (Noticias 24 horas)

Así lo advierte un estudio del Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana de la ONU, que estima que cientos de millones de personas pueden tener que desplazarse por culpa del aumento del nivel del mar, de la desertificación, las inundaciones y las tormentas provocadas por el cambio climático.

Aunque la estimación de 50 millones de refugiados es una previsión para el peor escenario posible, que exigiría miles de millones de euros en ayudas, este organismo considera que hoy en día ya hay unos 20 millones de personas –sobre todo en África subsahariana, India y Asia- desplazadas por problemas relacionados con el deterioro del medio ambiente, como tierras de cultivo erosionadas o contaminación del agua. Estas personas suelen ser consideradas como desplazados por motivos económicos y se les suele negar el estatus de refugiados.

Los costes de atender a estos refugiados serán enormes. Como ejemplo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que ha ayudado a unos 50 millones de refugiados convencionales a reiniciar sus vidas desde que se estableció en el año 1950 y sólo para el año 2005 cuenta con un presupuesto de 980 millones de dólares (814 millones de euros).

Las plagas de la Amazonia

Las plagas de la Amazonia

El País, 11-10-2005

La mayor reserva acuífera y biológica del mundo es devorada cada año a un ritmo creciente ante la impotencia del Gobierno, incapaz de salvaguardar este patrimonio mundial. En 2004 se desforestó en la Amazonia un territorio del tamaño de Bélgica.

Si es cierto que el futuro de las guerras se librará en la búsqueda del agua potable, América Latina y, concretamente Brasil, serán países sobre los que se posarán con codicia los ojos de la sed del planeta. Los números son elocuentes: este país posee el 20% del agua potable del mundo, lo que le coloca en la mayor descarga de agua dulce existente con sus 197.500 metros cúbicos por segundo. Esa agua es 40 veces mayor que la de todos los ríos de EE UU y 47 veces superior a los de Canadá, países ricos que aún no han entrado en la crisis del agua.

Es tal la importancia no sólo de la riqueza de agua de Brasil sino de toda su biodiversidad, la mayor del planeta, que ante el miedo que dicha riqueza, que no es sólo poesía ecologista, sino pura y cruda realidad política, pueda seguir deteriorándose, se habla continuamente, ante la ira de los ciudadanos y de los políticos, de "internacionalización" de la Amazonia, considerada la gran reserva de oxígeno del planeta. El problema es si dicha internacionalización es fruto de un interés real por preservar uno de los grandes santuarios ambientales del mundo ante la incuria o la impotencia de sus gobernantes, o si no es más bien una excusa para apoderarse del gran tesoro del futuro.

Sea como sea, esta misma semana la revista Veja, el semanario informativo de mayor prestigio del país, ha dedicado 15 páginas para lanzar una alerta sobre lo que llama "las siete plagas de la Amazonia". Un dato es significativo y escalofriante: "En 2004 se desforestó en la Amazonia un territorio como Bélgica. Sólo en los últimos 15 años fueron devastadas 28,8 millones de hectáreas, la mitad de todo lo que fue destruido desde el año 1500, fecha del descubrimiento de Brasil", escribe el semanal.

Y si la selva amazónica ha sido saqueada, no lo ha sido menos la Mata Atlántica de la que queda sólo un 5% de su territorio original, con una biodiversidad proporcionalmente superior a la de la Amazonia. En lo poco que queda de la Mata Atlántica se conservan aún 51 especies de mamíferos y 183 especies de aves, ejemplares únicos en el mundo. Entre los anfibios el número es aún más espectacular: de las 183 especies catalogadas el 91,8% son consideradas únicas en el mundo. Entre las plantas, de las 10.000 conocidas, el 50% son también ejemplares únicos. Sin embargo, la situación, al igual que en la Amazonia es alarmante: de las 202 especies de animales en peligro de extinción, 171 son de la Mata Atlántica. Lo mismo ocurre entre las aves, de las cuales el 40% de las 214 especies están en peligro.

Lo más grave es que según un informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), no sólo en Brasil, sino en todo el área de los países latinoamericanos "no existe ningún indicador que señale que la situación haya mejorado. Claramente vamos hacia atrás". Y añade el informe: "La biodiversidad es un tema que preocupa porque es uno de los grandes acervos, uno de los grandes recursos de América Latina".

Entre las siete plagas que Veja pone de manifiesto en el drama de la Amazonia, destacan los incendios (hay momentos en que sólo en Mato Grosso se han podido observar 15.000 fuegos simultáneamente) que causan una pérdida de 121 millones de dólares (100 millones de euros) al año. Y considerada la emisión de carbono, los daños alcanzan 5.000 millones de dólares. A eso hay que añadir la plaga de las madereras. Existen más de 3.000 empresas cortando árboles bajo la connivencia incluso del Ibama, el Instituto del Medio Ambiente, responsable de la defensa de la Amazonia. Sólo en junio pasado fueron detenidos, acusados de corrupción, 47 funcionarios de dicha institución. Y después, la impunidad. De los 539 millones de reales (unos 180 millones de euros) de multas aplicadas en 2004 sólo fueron cobradas 63 millones.

El problema no sólo es económico, no es sólo el saqueo de la madera preciosa de la Amazonia donde funcionan ilegalmente 8.478 camiones y 5.006 tractores que trabajan para las 3.000 serrerías de la región, y que por cada árbol arrancado destrozan otros 40 en la operación. El problema es más grave si cabe. Esa desforestación puede llevar a que el ciclo de las lluvias en la Amazonia podrá entrar en colapso si la selva pierde el 30% de su capacidad vegetal. Y ya ha sido destruido un 17%. En ese caso el fin de la foresta sería irreversible. Todo ello llevaría a una disminución drástica del vapor de agua generado por la foresta y por tanto de las lluvias, lo que elevaría peligrosamente la temperatura ambiental con consecuencias no sólo para Brasil y para América Latina, sino para todo el mundo.

En toda esta situación las paradojas se multiplican. Un país como Brasil, que cuenta con la legislación más moderna y más severa del mundo sobre la defensa del medio ambiente, permite que, según datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, en la Amazonia existan 18 millones de selva compradas ilegalmente, un mecanismo perverso que el ex obispo catalán Pedro Casaldaliga, lleva denunciando, con peligro de su propia vida, desde hace más de 20 años.

Cuando la soja quiere tapar el bosque

Cuando la soja quiere tapar el bosque

La Capital (Argentina), año CXXXVIII Nº 48896, 9-10-2005

Los incendios forestales en la región chaqueña para convertir la floresta en tierras para cultivo no tradicional esterilizan el suelo y lo hacen incapaz de absorber agua, generando efectos como las inundaciones de Santa Fe.

Ruta 95, Tres Isletas, centro del Chaco (Argentina). La superficie de la calzada es negra. Luego de la banquina hay una picada de unos veinte metros hasta el alambrado. Con el comienzo del campo y hasta el horizonte, un suelo azabache como el asfalto del camino. El negro no es el color de la tierra, sino escombro vegetal y ceniza. Los árboles a los que les llevó cien años alzarse están descoyuntados del terreno, con las raíces apuntando al cielo, calcinados. Ahora resta esperar que rebrote la pastura para prender fuego por segunda vez y, entonces sí, despejar todo vestigio de floresta.

El incendio es el primer jalón para convertir el bosque nativo de la región chaqueña en una explotación agropecuaria al estilo de la Pampa Húmeda. En donde imperaba el monte de quebrachos colorados, ahora arrancados con topadoras, no tardará en verdear la soja. Es el atavismo del progreso, de la riqueza que solventa el actual superávit fiscal nacional, la que libera un tránsito incesante de camiones hacia los puertos de Reconquista y los de la zona metropolitana de Rosario.

Es también la implantación del modelo agrario distintivo de la llanura pampeana en la zona de Santiago del Estero, Chaco y Formosa, más porciones de San Luis, Córdoba, Salta y Santa Fe, que produce mutaciones en el ecosistema. Cambia la vegetación original, se extingue el bosque y con el impacto poblaciones campesinas y aborígenes que vivieron durante décadas de un modelo distinto son arrojadas al éxodo. Al elegir la ciudad como destino los migrantes compran un pasaje a la exclusión.

Al ritmo de la deforestación, la implantación de cultivos no tradicionales y la utilización de agrotóxicos, una zona que en Argentina representa 625 mil kilómetros cuadrados queda, según biólogos y agrónomos, en la antesala de la desertización. Esto no sólo augura corta vida al modelo que busca imponerse sino que desata efectos ambientales inquietantes para esta región y las vecinas.

Las zonas más húmedas del Chaco Argentino tienen precipitaciones de hasta 1.200 milímetros anuales. Pese a la sequía actual que raja la tierra, cuando empiezan las lluvias, a partir de octubre, no son raras las inundaciones. El bosque natural predispone al suelo a absorber el agua. Pero al sacar con topadoras la capa fértil del monte, el terreno colapsa y queda tan impermeable como el pavimento de la ruta 95. El agua, entonces, escurre hacia las zonas más bajas. Música conocida: la deforestación y la escasa absorción de agua en la alta cuenca del río Salado contribuyeron en buena medida al anegamiento de Santa Fe en abril de 2003.

"Esto no es la Pampa Húmeda", dice el ingeniero Guillermo Stahringer, presidente de la Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf). "Los árboles nitrogenan el suelo y sus hojas le aportan materia orgánica. Al removerlos, el efecto de esponja que permitía absorber las precipitaciones se destruye, el agua resbala y no se recargan los acuíferos. No sólo colapsa el suelo porque sin árboles desaparece la capa fértil sino porque el monocultivo destruye sus minerales. El desmonte nos deja, en fin, sin suelo y sin agua".

El proceso de avance de las fronteras agrícolas se ve desde el camino. Al este de Pampa del Indio, surge un latifundio de 42 mil hectáreas propiedad de Eduardo Eurnekian. Hacia allí llega el agua del lánguido río Bermejo en tuberías de 10 kilómetros para regar los cultivos que reemplazan al bosque desbaratado. En Laguna Yema, oeste de Formosa, al lado de la ruta 61 avanza la explotación de la empresa australiana Liag Argentina SA. Son 40 mil hectáreas cedidas por el gobierno a esta compañía que viene expandiéndose desde Salta sobre una irreemplazable arboleda desmontada. Cada hectárea fue entregada por el gobierno de Formosa a ocho pesos con 42 centavos. Que sobrepasó además en 16 veces, sin contrapeso de la Justicia, la cesión máxima de tierra fiscal autorizada por la constitución provincial. También hay obras de canalización de la laguna para riego mientras la población dispone de agua dos horas al día.

El nuevo tipo de colonización del suelo obligaría incluso a designar de otro modo al Impenetrable. Este inmenso territorio situado al oeste del Chaco no debe su nombre, al revés de la creencia usual, al espesor de la vegetación sino a la casi inexistencia de cursos de agua. Aunque bajo los ríos muertos las perforaciones descubren agua a poca profundidad, el suelo es más arenoso que en el este, y los bañados y lagunas ceden a la erosión hídrica.

Aun en esas condiciones el cultivo intensivo de soja es ya presente y no promesa. En el camino polvoriento que va de Las Hacheras a Misión Nueva Pompeya hay momentos que entre los cardos, las breas, los quebrachos blancos y colorados surgen planicies alambradas donde no se avista ni una planta nativa. Bajo el cielo diáfano de la sequía cuelga el cartel del emprendimiento inmobiliario Rumbo Norte frente al "campo limpio" que hace de aviso publicitario.

"Este modelo que erradica el bosque, saca el agua y expulsa a la gente que vive aquí también creó su eslogan ideológico", dice Stahringer. "Las empresas inmobiliarias ofrecen «campos limpios» o sea desmontados y entregados para el monocultivo. La otra cara es el campo sucio. Tener sucio el campo es mantener bosque allí". El efecto de remover la fronda tampoco se sustenta a largo plazo. Sin bosque no hay mineralización en un suelo que carece de la capa de humus de la Pampa Húmeda. Obtener soja en estas condiciones, con la exigencia de nutrientes que demanda, es un plan de corta vida. Ya hay casos de campos desforestados y abandonados al volverse estériles. "Los capitales agrícolas arrasan la tierra con producción y tecnología pampeana. Y en no más de cinco años se alzan con el santo y la limosna", dicen en la Redaf.

El desalojo de la vegetación protectora deja a animales y plantas expuestos al calor extremo. Si la soja genera una agricultura sin agricultores, la población campesina criolla debe buscar nuevo rumbo en áreas donde además la caída crónica del precio del algodón y la falta de pasturas para la hacienda corre a la gente.

En el paraje Ismael Sánchez, Formosa, la explotación de una chacra de 50 hectáreas permitió a Eladio Orrábalis criar once hijos y alquilar una casa para que estudiaran el secundario a seis kilómetros, en la ciudad de Ibarreta. Con esa formación, los once consiguieron empleo en Buenos Aires. A dos kilómetros de la casa de Orrábalis está el campo de Argentino Figueredo, un criollo de 46 años. Haciendo las mismas actividades que a los Orrábalis les posibilitaron atender y educar once hijos, Argentino vive hoy al límite de la subsistencia, en un rancho de adobe y paja, sin luz. Debe recorrer mil metros para levantar el agua de un pozo para consumo.

Su hija mayor ya emigró. Romina, de 17 años, interrumpió su educación porque no hay escuela media rural y su padre no puede sostenerla en Ibarreta. El aguanta con su mujer y cinco hijos pequeños en la colonia. Los mayores hacen 10 kilómetros hasta la escuela primaria.

Los pequeños agricultores de Ibarreta viven en vilo por la presión de los productores sojeros y los arrendatarios que buscan quedarse con sus campos.Zulma Ahumada, de 39 años, ya vio irse a dos de sus tres hijos. "El precio del algodón es mínimo y los changos saben que se tienen que ir porque no alcanza. Pero si viene la soja se tienen que ir porque no precisa brazos", dice.

China reconoce que eliminar las tormentas de arena no es posible

China reconoce que eliminar las tormentas de arena no es posible

ActualidadTerra.es, 9-10-2005

Las autoridades chinas reconocieron que no será posible eliminar las tormentas de arena que cada primavera y otoño afectan al norte del país, pese a los esfuerzos oficiales, informó hoy, domingo, la prensa local.

'Como fenómeno natural, las tormentas de arena dependen del clima y de la superficie de la Tierra', declaró Liu Tuo, funcionario responsable de desertización de la Administración Estatal de Bosques en una rueda de prensa. Reconoció Liu que la única opción para combatir la llegada de la arena por la erosión y la sequedad es reverdecer las áreas fronterizas y dedicar cada año fondos estatales a replantar las zonas por donde avanza el desierto.

Entre los años 2006 y 2010, las autoridades redoblarán sus esfuerzos para contener 11 millones de hectáreas de áreas en proceso de degeneración o en los límites exteriores de los vastos desiertos, informó el rotativo 'China Daily'. China se encuentra en una de las cuatro grandes zonas del mundo más afectadas por tormentas de arena, y tiene en al actualidad más de 1,74 millones de kilómetros cuadrados de zonas desérticas. De ellos, 530.000 kilómetros cuadrados podrían ser reverdecidos, y el resto pertenecen a distintos desiertos, entre ellos el Taklimakán y el Gobi.

Cada año, en primavera y otoño (en menor medida), la capital china es barrida por algunas tormentas de arena, que se vuelven mucho más espesas y frecuentes en las provincias de Mongolia Interior, Shaanxi, Ningxia y Xinjiang.

Los científicos denuncian la politización del debate que relaciona el cambio climático y la virulencia de los huracanes

Los científicos denuncian la politización del debate que relaciona el cambio climático y la virulencia de los huracanes

Canarias7, 4-10-2005

Teresa Bouza (EFE). Washington (Estados Unidos)

Científicos de la Universidad de Georgia (EEUU) denunciaron hoy la politización del debate sobre la relación entre cambio climático y el poder destructivo de los huracanes, un vínculo que ellos consideran irrefutable. Peter Webster y Judith Curry, del Instituto Tecnológico de Georgia (Atlanta), aseguraron en rueda de prensa que existen pruebas claras que demuestran que la intensidad creciente de los huracanes obedece al calentamiento global.

Durante el evento, celebrado en la sede del Banco Mundial en Washington, los científicos indicaron que la mayor furia de los huracanes durante los últimos 35 años ha coincidido con un aumento en las temperaturas marinas. El hecho de que el agua en la superficie oceánica sea más caliente también coincide con un aumento en el número de huracanes de categoría 4 y 5, según explicaron Webster y Curry.

La temperatura de las aguas es el "combustible" natural de los huracanes, que cobran fuerza sobre superficies marinas y se debilitan una vez que entran en tierra firme. La relación entre ambos fenómenos hace que exista una "clara necesidad" de políticas de adaptación y mitigación, insistió Curry durante la rueda de prensa.

La experta de Georgia indicó que en el estudio realizado junto con Webster habían sido muy "conservadores" al otorgar un 75 % de probabilidades a la veracidad de la hipótesis sobre que "el poder de los huracanes aumenta con el calentamiento global". Los políticos, dijo Curry en referencia al Gobierno de EEUU, "quieren una certeza del 100 por ciento antes de actuar", algo que según aseguró es prácticamente imposible en el mundo científico. La investigadora de Atlanta equiparó ese comportamiento al del propietario de una casa en el golfo de México que decidiese tener una certeza del 100 por cien de que el huracán iba a tocar tierra antes de abandonar su vivienda.

"Cuando quisiese trasladarse ya tendría el huracán encima", apostilló Curry, quien indicó que así no se puede llevar a cabo una buena gestión de riesgos. Añadió que existe una gran controversia sobre este tema en la comunidad científica y aseguró que la Agencia Nacional Oceanográfica y Atmosférica -de la que forma parte el Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami- "se está volviendo muy politizada". Para la académica de la Universidad de Georgia, los científicos "anti-calentamiento global" son minoría en EEUU pero se las han ingeniado para captar la atención de los medios y hacer mucho ruido.

Por su parte, Webster destacó que los países ricos necesitan hacer algo para impedir que el fenómeno vaya a más, como por ejemplo subvencionar "energías renovables y limpias en el Tercer Mundo que serían convenientes para todos".

La conferencia pronunciada hoy por los investigadores de Atlanta pone de manifiesto la acalorada polémica sobre el cambio climático tras el paso de los huracanes "Katrina" y "Rita". En el otro lado del debate están meteorólogos como Chris Landsea, del CNH, quien cree que cambio climático y la virulencia de ciclones, tormentas y huracanes tienen poco que ver. "La relación es tan minúscula en estos momentos que probablemente ni siquiera podemos medirla", dijoLandsea.

El meteorólogo achaca la intensidad de la actual temporada de huracanes a un ciclo que se repite con una frecuencia que oscila entre los 25 y los 40 años. Webster describió ese tipo de afirmaciones de "miopes" y fruto de una observación que presta atención sólo a lo que ocurre en la zona norte del Océano Atlántico y no a los acontecimientos que se están desarrollando en todas las cuencas oceánicas.

La mayoría de los estadounidenses tampoco parece creer que el calentamiento global tenga que ver con la devastadora temporada ciclónica que ha arrasado las costas estadounidenses este año, según los resultados de una encuesta conjunta del diario "The Washington Post" y la cadena de televisión ABC.

El sondeo, publicado el domingo, indica que un 56 % de los estadounidenses cree que el calentamiento global es un hecho, mientras que el 40 % no está convencido. Además, un 54 % de los participantes señalaron que las tormentas y huracanes son una de esas cosas "que pasan de vez en cuando". Sólo el 39 % dijo creer que son el resultado del cambio climático. La versión oficial de la Casa Blanca es que el calentamiento global es un hecho pero no está comprobado que sea resultado de la intervención humana.

Narbona: 478 millones euros dedicados a combatir desertización

Narbona: 478 millones euros dedicados a combatir desertización

Actualidad.terra.es, 14-9-2005

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, cifró en 478 millones de euros el dinero presupuestado para combatir la desertización en España por las diferentes administraciones. En su intervención en el Pleno del Senado, la ministra explicó que la Dirección General para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente aportó 13 millones de euros en convenios con Comunidades Autónomas contra la desertización, a los que posteriormente añadió 57 millones de euros más. A esta suma agregó 408 millones de euros más aportados por las Confederaciones Hidrográficas en colaboración con las Comunidades Autónomas.

La ministra explicó que el Ministerio está elaborando el inventario nacional de erosión, para el que cada año se aportan datos para cinco provincias, de modo que esté completamente renovado en una década y trabaja también en el diseño de un mapa de suelos afectados por la desertización. Narbona señaló que España dispone de una red de estaciones experimentales que analizan el fenómeno de la desertización y que actualmente está compuesta por 46 estaciones distribuidas en 13 Comunidades Autónomas.

En el Pleno, la ministra también se refirió a la conservación del lobo, que es la única especie que cuenta con una estrategia nacional de conservación, a pesar de no contarse entre las especies amenazadas de extinción, y señaló que el mayor problema del lobo radica en la dificultad de aunar la conservación con la coexistencia con la población rural. Es competencia de las Comunidades Autónomas desarrollar estas estrategias en planes de gestión y concretar las compensaciones, las medidas de separación y las de control y vigilancia, sostuvo.

Narbona reveló que en esta legislatura se han elaborado 6 estrategias de conservación para diferentes especies, que se suman a otras 5 diseñadas en la etapa del Gobierno anterior.

Carta abierta al presidente del Gobierno sobre los trasvases

Carta abierta al presidente del Gobierno sobre los trasvases

LaVerdad.es, 4-10-2005

Miguel Navarro Molina
Alcalde de Lorca

Quien esto escribe es el Alcalde de una ciudad -más de ochenta y nueve mil habitantes, con un territorio casi tan grande como el de la provincia de Guipúzcoa, con Ayuntamiento de mayoría socialista desde 1979- cuya historia ha estado siempre hermanada a la escasez del agua que riega una de las tierras más fértiles de todo el sureste español.

Desde hace 636 años, esta ciudad, Lorca, ha intentado con todas su fuerzas el trasvase de otros riegos o cuencas para dotar mejor lo poco que aquí existía. El rey Enrique II le concede las llamadas Fuentes de Caravaca que no pudieron llegar entonces en 1369, tampoco en 1500 cuando lo otorgaron los Reyes Católicos; ni en 1573 con el emperador Carlos V. Estas cercanas aguas hubieran podido regar 5.500 hectáreas. No se consiguieron después, en 1566, con Felipe II, ni en 1618 con Felipe III, pese a órdenes, estudios y proyectos. En 1742, se ordenó a los ingenieros Ferigán y Vaudepiche volver a plantear la cuestión. Todo quedó en nada. Esas aguas estaban a tan sólo cincuenta kilómetros del término municipal de Lorca.

En 1567, se pide al rey Felipe II el trasvase de los ríos Castril y Guardal que, tras años de trabajos, impide el Duque de Alba por intereses económicos. Cincuenta años después volvió a interesarse, y en 1633 quinientos hombres comienzan a trabajar en las obras, pero todo se quedó a mitad de camino. En 1718 y 1739, vuelve a plantearse el proyecto. Hay años por entonces en que no llueve ni una sola vez por este territorio. En 1775, se inician las obras para el trasvase de las aguas del Huéscar; se paralizan a los dos años. En ese momento, el gran economista Pedro Rodríguez de Campomanes dice en su Discurso del Fomento que «el territorio de Lorca es de los más fértiles de la Península y se halla en gran parte inculto». Sobre el trasvase del Castril y Guardal se sigue trabajando en estudios y soluciones desde 1926 hasta 1961 en que se dictaminó que no era conveniente.

En 1933, con el plan de Obras Públicas del ingeniero Lorenzo Pardo, el imperioso asunto del agua para Lorca se contempla dentro del análisis de todo el desequilibrio hidrográfico en España. Y se comienza a hablar de trasvases. Y no sólo del Tajo, sino del Ebro. Ante los que hablan del trasvase como una trasgresión del derecho natural se aduce que existen razones de superior interés nacional. La voz política la pone el ministro Indalecio Prieto. Al hablar de los trasvases como empresas de estado dice estas palabras que hoy podrían considerarse: «Ésta no es obra a realizar en el periodo brevísimo de días, ni de meses; es obra de años, para lo cual se necesita la asistencia de quienes hoy gobiernan, de quienes estén en la oposición, de quienes sirven al régimen republicano y, oídlo bien, de quienes están en contra de él; porque quienes por patrocinar el régimen republicano una empresa de esta naturaleza le negara su asistencia y su auxilio, serían, no enemigos del régimen, sino unos miserables traidores a España». En 1937, el ingeniero Félix de los Ríos ejecuta el proyecto de Aprovechamiento de parte de las aguas sobrantes del Ebro en ampliar y mejorar los riegos de Levante por el que Lorca podía irrigar veinte mil hectáreas. Y, de modo paralelo, el ingeniero Sánchez Cuervo idea otro plan en que se aúna los dos trasvases: el del Ebro y el del Tajo. Nada se hizo.

Todos parecen de acuerdo. La solución al problema de los riegos de estas tierras ha de encontrarse en los caudales sobrantes de las otras cuencas, examinando el problema con un carácter eminentemente nacional. Es a partir de 1982 cuando comienza a llegar algunas aguas procedentes del Tajo.

Parece que estamos en tiempos de sequía en estas tierras de que les hablo. Cíclicamente puede suceder: son tres años casi siempre. Rebasado el umbral de la sequía, viene la desincentivación de las inversiones agrarias, los endeudamientos, la repercusión en los empleos, la emigración, el incremento de la erosión y desertización, las disputas -también, las políticas- por el agua, la conflictividad social. Ya el agua no es un factor de progreso sino de supervivencia. La economía y el desarrollo son imposibles sin ese bien natural. Los acuíferos, sobreexplotados, con el agua a profundidades superiores a los doscientos veinte metros. Hay ya una agricultura de vanguardia, de extendido riego por goteo, a la que nadie asegura por la penuria e incertidumbre de los recursos hídricos del futuro. La gente empieza a mirar con desesperación la muy posible pérdida de árboles y cosechas. Un árbol no crece en un día, ni en un año, ni en tres, para dar fruto. Y hay quienes ya han empezado a cortar árboles. Un compañero me decía hace poco que, qué puñeta era eso de que el Ebro arrojara al mar cada día 37 hectómetros cúbicos de agua.

Le ruego me excuse lo dilatado de la carta y mi vocación por los historicismos. Permítame uno, finalmente. Un lorquino llamado Alonso Fajardo, conocido por el Bravo, en una carta que le escribió al Rey Enrique IV el año 1458 le decía lo siguiente:

«Soez cosa es un clavo y por él se pierde una herradura, y por una herradura un caballo, y por un caballo un caballero, y por un caballero una hueste y por una hueste una ciudad y un reino».

Cuando se culpa a los pobres del cambio climático

Cuando se culpa a los pobres del cambio climático

Luis Tuninetti
EcoSitio
http://www.eco-sitio.com.ar

Todo debido al cambio climático que se ha desencadenado sobre el planeta, principalmente causado por la emisión descontrolada de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, sumada a la mayor actividad electromagnética del sol. Esto no sería nada nuevo para la comunidad científica, pero este grupo de científicos agrega un dato por lo menos peculiar y es que el hollín también tendría un impacto significativo en el Ártico. Las partículas de hollín calientan el aire y oscurecen la superficie del hielo en el Ártico, lo que hace que absorba mejor los rayos de sol con las lógicas consecuencias que trae para el planeta, más calentamiento.

Culpemos a los pobres

Lo increíble es que la NASA, en un informe realizado, ha detectado que este problema no es desencadenado por el primer mundo, sino que en un porcentaje superior al 60% es culpa de los incendios de vegetación en todo el mundo y por la quema de leña en el sur de Asia. El informe agrega que la India es la mayor responsable del hollín que llega a Groenlandia.

La nota señala que “A pesar de que el sur de Asia es el mayor emisor del mundo de sus chimeneas industriales que ningún otro lugar del mundo, esto se queda pequeño frente al humo de millones de fuegos de cocina…. La conclusión de esta investigación es que el efecto del hollín sobre el cambio climático es 10 veces mayor que los gases de efecto invernadero…” Sin llegar a negar los datos estadísticos que indica el informe, existen otras variables a analizar.

EE.UU. el mayo emisor de gases efecto invernadero

Actualmente, nadie sensato puede negar los hechos que muestran el aumento de temperatura de la Tierra, que ocasiona cambios en la distribución de plantas y las migraciones de animales o que funde parte del hielo del planeta. Más allá de lo que señalan algunos científicos sobre el incremento de las tormentas solares y sus efectos electromagnéticos que agravan la situación, hay quienes todavía porfían la existencia del problema o incluso que si existiera no tendría consecuencias graves para los ecosistemas y la humanidad.

Las proyecciones que realizan los científicos indican que las regiones más afectadas serán los países pobres o en vías de desarrollo, aunque los últimos hechos acaecidos en EE.UU. como “Katrina” también estarían dando un indicio de que los efectos se sentirán en todas partes.

Estados Unidos, el país más rico del mundo, es el que más emite -y por un amplio margen- gases que contribuyen al efecto invernadero, cuando se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, la potencia del norte se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%, luego se retiró y hoy no solo no han bajado, sino se que se han incrementado en un 15%, con respecto a los niveles de 1990.

EE.UU. emite el 36% de las emisiones de gases efecto invernadero, pero no pueden ratificar el protocolo de Kioto porque perjudicaba la economía de su país, y no se exigía a las naciones en vías de desarrollo que redujeran sus emisiones, dicho por el propio Bush. La solución: optar por la “conciencia de los empresarios” para que redujeran por voluntad propia las emisiones y no imponer metas; la realidad fue que pasó de emitir 5.000 millones de toneladas de CO2 a casi 6.000 millones, toda una “conciencia”.

El derretimiento de la turbera más grande del mundo en Siberia Definido por los científicos como “cataclismo ambiental”, la turbera (1) más grade del mundo se está derritiendo en Liberia, con un área de un millón de metros cuadrados, ocupa el mismo espacio de Francia y Alemania juntos, y de derretirse podría liberar miles de millones de toneladas de gas metano a la atmósfera en poco tiempo.

El gas metano es otro de los gases efecto invernadero con la diferencia que tiene una intensidad 20 veces mayor al dióxido de carbono. Lo trágico de la turbera de Siberia es que su derretimiento, y por consecuencia, la liberación de metano es irreversible. “No importa lo que hagamos el proceso de descongelamiento ya se inició", indicaron científicos Rusos. ¿El motivo del derretimiento? El calentamiento de Siberia por una combinación entre cambios climáticos generados por el ser humano, un fenómeno natural denominado oscilación ártica y el calentamiento del suelo cuando el hielo se derrite.

"Veremos más inundaciones y sequías en distintas partes del mundo, aparte del calentamiento progresivo de la tierra en general, la biodiversidad se verá reducida ya que muchos animales y plantas no podrán adaptarse a las nuevas temperaturas. Es en líneas generales, un cataclismo ecológico", indicó la profesora Marquand en el informe. También aseguró que, “por lo menos en Siberia, el proceso de derretimiento es irreversible y que si hubiéramos querido evitar algo así, debimos haber actuado antes”.

Sacarse un peso de encima

Retomando lo mencionado al comienzo del artículo, el informe que realizó EE.UU. a través de la Nasa resulta patético, culpar a los pobres y a países del tercer mundo por todos los cataclismos ambientales, parece ser una constante en el gobierno de Bush, sin mencionar el espionaje que se realiza a grupos ambientalistas del país y del mundo.

La falta de autocrítica, el desinterés y hasta la desidia con que actúa Bush con respecto al cambio climático, no merecen otra cosa que el rechazo más enfático de todo el mundo. Pero la “economía más avanzada del mundo” no parece estar muy interesada en estos temas, probablemente asistiremos como espectadores (o no) a otra invasión, que no será por el petróleo o intereses políticos, sino por recursos naturales más básicos.

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(1) La turbera es el yacimiento de la turba, un material de origen vegetal que constituye la primera etapa en la transformación de un vegetal a un mineral, específicamente al carbón. Este proceso demora siglos.

La ONU confirma que el almacenamiento de CO2 no es la solución para combatir el cambio climático

La ONU confirma que el almacenamiento de CO2 no es la solución para combatir el cambio climático

27 sep (Greenpeace)

Greenpeace da la bienvenida al Informe Especial sobre la Captura y Almacenamiento de Carbono (CCS) del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que incluye una esperada aclaración respecto a los límites de esta tecnología para combatir el cambio climático.

El informe, que estudia las opciones de captura del CO2 procedente de los combustibles fósiles y su posterior almacenamiento bajo la tierra o el océano, fue formalmente aceptado en una reunión del III Grupo de Trabajo del IPCC en Montreal el pasado 24 de septiembre (1). "El Informe confirma nuestras sospechas" dijo Raquel Montón, responsable de la campaña de energía de Greenpeace. "Existen demasiadas dudas sobre los riesgos ambientales, la seguridad y los gastos para que la captura y almacenamiento de carbono pueda ser utilizada a una escala viable económicamente"

Greenpeace consideraba un peligroso error el apoyo del Gobierno español al desarrollo de proyectos para almacenar CO2 bajo tierra, ya que para cumplir el Protocolo de Kioto y prevenir el cambio climático, el único camino seguro consiste en reducir la producción de CO2, sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables y eficiencia energética.

"Esta tecnología (CCS) no estará disponible, temporalmente hablando, para proporcionarnos el recorte de emisiones que necesitamos para evitar un peligroso cambio climático"- aseguró la doctora Gabriela Von Goerne, responsable de la campaña de energía y cambio climático en Greenpeace Alemania y una de las autoras del Informe. En efecto el informe desvela que el uso más eficiente de la captura y almacenamiento de carbono podría encontrarse en el sector de eléctrico, pero esta tecnología sólo sería utilizada a gran escala posiblemente en la segunda mitad de este siglo.

"Parece irónico que esta tecnología, que con frecuencia es tan promovida por algunos gobiernos e industrias, y que la consideran como una parte voluntaria del paquete de medidas que remplazarían el Protocolo de Kioto, sólo se puede conseguir mediante un régimen obligatorio en el comercio de emisiones, que mantenga un elevado precio del carbono" dijo Von Goene.

"La captura y almacenamiento de carbono podría ser una opción en el futuro cuando todas las dudas y los problemas hayan sido resueltos, pero, a día de hoy, hay una necesidad de tomar medidas urgentes como son la inmediata implantación de energías renovables, acompañadas de la mejora en la eficiencia energética y el aumento del ahorro", añadió Montón.

Rita, Katrina y la industrial petrolera

Rita, Katrina y la industrial petrolera

Elizabeth Bravo
OILWATCH *
http://www.oilwatch.org

Los científicos añaden que la actividad de los huracanes ha aumentado de manera particular en los últimos 10 años, debido al calentamiento del agua en el Golfo de México. Al momento la temperatura del mar en el Golfo de México alcanza los 30ºC, lo que significa que está un grado más caliente que lo registrado en otros años en esta época del año. Para que se presente un huracán se requiere una temperatura de unos 26º C y entre más elevada es la temperatura, mayor es la intensidad del huracán.

Este año, la región ha sufrido 17 tormentas tropicales, lo que constituye un récord pues hasta ahora el mayor número de huracanes se había registrado en 1995 cuando la región fue abatida por 15 tormentas tropicales. No hay duda que el cambio climático es la principal causa de este incremento tanto en el número como en la intensidad de los huracanes. Se conoce también que la principal causa del calentamiento global es la quema de combustibles fósiles, en especial petróleo.

Es irónico que hoy sea la región petrolera del país que más contribuye al calentamiento global, la más afectada. Es así como el 30% de la capacidad de refinación de la región estadounidense del Golfo de México, ha sido paralizada ya sea por los daños causados por Katrina o anticipándose a los posibles impactos de Rita. Más del 65% de las plantas que procesan gas natural han sido cerradas por los huracanes.

Desde los puertos de Houston, Port Arthur y Galveston se importa más del 10% del petróleo que se consume en Estados Unidos cada día. Compañías químicas como Dow Chemical, ExxonMobil y Dupont, que utiliza gas natural como una de sus materias primas, han tenido que cerrar sus plantas de producción de químicos debido a Rita. En esta región se concentran la mayoría de plantas químicas de ese país.

Muchas fábricas que elaboran componentes de plástico (elaborado de petróleo), han sido también amenazadas por Rita. Ahí se hace el 64% del plástico polipropileno y el 57% de estireno del país. Cerca de 80 plataformas (rigs) petroleras están en el camino directo por el que pasó Rita, el 25% está en la zona de Cameron Oeste, que se cree que será la zona que será mas afectada. Cerca de 60 plataformas estaban en la paso directo de Katrina, de las cuales 8 fueron severamente dañadas o destruidas y otras 10 sufrieron daños de distinta magnitud.

Estos datos evidencian como la industria petrolera, y las que dependen de ella, son las más afectadas por el paso de los huracanes por la región. La región tropical del Atlántico ha sufrido siempre por la presencia de huracanes de distinta magnitud. El año pasado, varios países del Caribe fueron seriamente afectados, incluyendo por ejemplo la isla de Grenada que perdió la mayor parte de su infraestructura con el paso del huracán Emily. De eso se habla poco. La importancia que se ha dado a los huracanes Katrina y Rita se debe a que están afectando al país más poderoso del mundo.

Mucho se ha dicho ya sobre las prácticas depredadoras de Estados Unidos, las mismas que amenazan a toda la humanidad, porque es innegable que la peor amenaza que enfrentamos los habitantes del planeta en el siglo XXI es el cambio climático. A los gobernantes de este país jamás les ha importado. Tampoco les ha importado a sus habitantes que no están dispuesto a abandonar su estilo de vida basado en el desperdicio. Pero hoy, que su propia sobrevivencia está en entredicho, esperemos que sepan enfrentar con humildad su vulnerabilidad frente a fenómenos naturales, su ineficiencia para enfrentar las crisis, y que tomen conciencia que después de Rita y Katrina, su vida no puede seguir igual.

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* Oilwatch es una red de resistencia a las actividades petroleras en los países tropicales.

La sequía que padece España es "inédita" por su intensidad y por su "crudeza"

La sequía que padece España es "inédita" por su intensidad y por su "crudeza"

29 sep (Noticias 24 horas)

El Ministerio de Medio Ambiente advirtió ayer de que la sequía que padece España es "inédita" por su intensidad y por su "crudeza", y de que las previsiones meteorológicas para los próximos meses "no son optimistas". El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, dijo que el actual año hidrológico (octubre-octubre) va a pasar a la historia como el más seco desde que existen registros fiables (120 años).

Palop dijo que, hasta ahora, los "grandes damnificados" por esta situación han sido la agricultura de secano -calificó de "catastrófica" su situación-, la ganadería extensiva -que no ha contado con pastos- y el medio ambiente, ya que han aumentado el número de incendios forestales. El director del Agua valoró que, a pesar de la extrema sequía, el país haya sido capaz de atender el abastecimiento humano en casi el cien por cien de las poblaciones y la mayoría de los usos agrícolas.

Cifró en 411 litros por metro cuadrado las precipitaciones medias de la península, lo que supone el 40 por ciento de un año normal, y precisó que sólo se "salvan" del impacto "brutal" del descenso de las lluvias la cornisa cantábrica y los dos archipiélagos. Palop explicó que España afronta la situación tras un ciclo húmedo de cinco años, y dijo que éste ha permitido contar con reservas en los embalses y que los acuíferos estén en condiciones "saludables" y disponer de agua para atender todos los usos.

Palop insistió en que las grandes poblaciones no han tenido problemas de abastecimiento, aunque apuntó las "singularidades" de Huesca, donde se acometieron obras de emergencia para asegurar el suministro, de algunos municipios que se abastecen de los Canales del Taibilla (provincias de Murcia y Alicante) de Ceuta y Melilla.

La situación más "dramática" es la de Melilla, dijo Palop, y precisó que en la ciudad se restringe el agua durante doce horas al día y durante las doce restantes se suministra agua salobre (no potable), y subrayó la importancia que para esta población tendrán la planta desalobradora (potabilizadora) y posteriormente la desalinizadora.

Madrid ha entrado en el nivel de alerta uno por sequía

Palop explicó que además de estos municipios, el "gran perjudicado" de la sequía ha sido la agricultura, y situó los principales problemas en el Pirineo, en las cuencas internas de Cataluña, en el Júcar, en la cuenca del Segura, y en las cuencas del Tajo y el Guadiana, aunque en éstas las afecciones y restricciones han sido "puntuales".

De cara al año hidrológico que comienza el próximo sábado, el director del Agua señaló que los problemas más graves se registrarán en la cornisa mediterránea, donde la sequía "ya se ha consolidado", y precisó que la Cuenca del Segura está en condiciones "precarias" y las restricciones en la agricultura seguirán aunque se registren precipitaciones normales los próximos meses.

En la del Júcar, si las lluvias de los próximos meses se aproximan a la media, se salvará "algo" la agricultura pero también continuarán las restricciones, dijo Palop, y precisó que en Cataluña "también tendría que llover bastante" para que la agricultura se explotara con normalidad.

Respecto al abastecimiento de las poblaciones, precisó que en Cataluña, en el Júcar, en el Segura y en la Costa del Sol, las lluvias podrían "aliviar" la situación de los municipios y los usos turísticos, pero insistió en que la situación es "muy precaria" para atender todos los usos y dijo que en algunas zonas, como la Costa del Sol, las restricciones pueden comenzar "en cualquier momento".

Si las lluvias son escasas y se enlaza otro año seco, "tendríamos que volver a hablar de restricciones fuertes en el regadío", dijo el director general, quien apuntó que entonces será también preciso fijar condicionantes para garantizar el abastecimiento a los municipios y a las zonas turísticas y de ocio.

En la vertiente atlántica la situación "es mejor" y los problemas en la agricultura sólo comenzarían -según Medio Ambiente- si se enlazara un segundo año seco consecutivo, e insistió en ser "especialmente vigilantes" con las grandes ciudades, como Madrid, Sevilla, Granada, o Jaén, porque un segundo año de sequía obligaría a aportar recursos que permitieran "sortear la situación".

De hecho, la Comunidad de Madrid ha entrado desde ayer en el nivel de alerta uno por sequía, que supondrá la obligación de reducir el consumo de agua con medidas que por ahora no supondrán restricciones del suministro doméstico, según aprobó esta mañana el Consejo de Administración del Canal de Isabel II, informaron fuentes de la empresa pública.

Trasvase: recomiendan 69 hectómetros cúbicos para el Segura

La Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura informará al Gobierno de que las normas que regulan este acueducto aconsejan un volumen máximo a trasvasar en el primer trimestre del año hidrológico (octubre-diciembre) de 69 hectómetros cúbicos, de los cuales 30 hectómetros se destinarían a regadío.

Así lo manifestó el director general del Agua, Jaime Palop, en una rueda de prensa antes de presidir la Comisión, en la que recordó que será el Consejo de Ministros de este viernes el que decida la cantidad de agua a trasvasar y explicó que la Comisión no propone un volumen sino que informa al Ejecutivo de la situación. Palop opinó que los 69 hectómetros cúbicos es una cantidad que está muy en el límite, ya que, de materializarse un trasvase de ese volumen, se podría poner en riesgo el abastecimiento de 2,5 millones de personas.