Fuerteventura aspira a ser sede de la Convención de la ONU contra la desertificación

Sara G. Prieto

La Provincia, 24-5-2006

La Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, que dirige Domingo Berriel, está trabajando para que Fuerteventura sea designada sede de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación, dado que corresponde a España la organización de esta conferencia en 2007. La anterior se celebró en octubre del pasado año en Nairobi, Kenia.

Según ha podido saber este periódico, la idea que traslada el Ejecutivo regional a la hora de defender la candidatura majorera como sede de este importante foro mundial es que en Fuerteventura se dan los requisitos óptimos de todo el estado español en materia de desertificación. Medio Ambiente ha trasladado al Estado la intención de apostar por Fuerteventura por su situación geoestratégica, ya que es la Isla más próxima a la costa sahariana, cuya influencia ejerce el mayor efecto desertizador, a la vez que primer destino de los flujos migratorios de aquella zona.

Su origen volcánico, su orografía y su edafología, consecuencia de su mayor antigüedad y las dilatadas transformaciones sufridas, la convierten en seria candidata a acoger este foro, así como por su cultura, tecnología y etnografía en relación con la captación, producción y gestión de los recursos hídricos. El Ejecutivo regional también defiende su gran desarrollo turístico, que hace que cuente con una importante y moderna infraestructura hotelera, en valiosos entornos paisajísticos, con instalaciones asociadas de gran utilidad para la celebración de este tipo de foros por muy concurridos que sean.

COOPERACIÓN ENTRE PAÍSES. Otras bazas a favor de la candidatura majorera que defenderá Medio Ambiente son la calidad de servicio de sus infraestructuras del transporte y de su red de comunicaciones, siendo destacada la importancia y nivel de su aeropuerto internacional, con gran número de vuelos interinsulares, nacionales e internacionales, con prevalencia de líneas europeas.

Así como la infraestructura y servicios sanitarios y de seguridad con que cuenta. En 1992 a raíz de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, se elaboró la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, el primer tratado internacional que reconocía la estrecha relación entre pobreza y degradación del medio ambiente, en particular en África, la cual entró en vigor a finales de 1996, ratificada por más de 170 países.

Las acciones de esta convención, que se celebrará en España el año que viene, y que podría elegir como sede Fuerteventura como claro ejemplo de la desertificación, apuntan a mejorar la productividad de la tierra, restaurar y conservar los suelos, establecer una mejor utilización de los recursos hídricos e introducir la noción de desarrollo sostenible en las zonas afectadas por la sequía y la desertificación.

Asimismo, procura integrar activamente a estas poblaciones en las decisiones gubernamentales en materia de desertificación y facilitar la cooperación entre los diferentes sectores de la administración de los países del Norte y del Sur, tomando en consideración las necesidades particulares de los países en desarrollo.

Ahora será el Estado, en concreto el Ministerio de Medio Ambiente, que tutela Cristina Narbona, el encargado de decidir la sede para la próxima convención de la ONU sobre desertificación, que, de elegir a Fuerteventura, la convertiría en un referente internacional en esta materia.