Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático de España
Acceda a la consulta pública sobre el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (hasta el 23 de marzo 2006)
Presentación del Plan
España, por su situación geográfica y sus características socioeconómicas, es un país muy vulnerable al cambio climático, como así se viene poniendo de manifiesto en los más recientes análisis e investigaciones.
Se están realizando sustanciales esfuerzos nacionales e internacionales en la lucha contra el cambio climático a través de acciones de mitigación, esto es, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y promoviendo su secuestro. Pese a ello, el objetivo último de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), la estabilización de las concentraciones atmosféricas de GEI, está lejos de alcanzarse y existe un consenso científico muy amplio sobre los futuros escenarios de cambio climático para los próximos decenios. Por ello, las acciones de adaptación al cambio climático que se proyecta y cuyas primeras evidencias ya se observan, se consideran absolutamente necesarias y complementarias a las acciones de mitigación.
Mientras que las acciones de mitigación requieren una respuesta conjunta y coordinada a nivel internacional, se reconoce que las acciones e iniciativas de adaptación deben ser definidas e implementadas a nivel nacional o subregional, pues los impactos y las vulnerabilidades son específicos de cada lugar. No obstante, la adaptación al cambio climático constituye una actividad estrechamente conectada con las políticas de mitigación, debido a que el grado de cambio proyectado en las distintas variables climáticas está en función de los niveles de concentración de GEI que se alcancen en la atmósfera, niveles que a su vez están determinados por las políticas que inciden en las emisiones, las políticas de mitigación. De forma que no es lo mismo, por ejemplo, planificar una adaptación para un horizonte de calentamiento de 2ºC que para
otro de 4ºC.
En este contexto, diseñar un marco de actuación adecuado para el conjunto de las iniciativas relativas a la adaptación al cambio climático supone una mayor coordinación y eficacia de las actividades que se lleven a cabo en este campo. La adaptación al cambio climático, por su propia naturaleza, requiere una estrategia a medio o largo plazo de forma sostenida, según cada sector o sistema. Esto hace que, en numerosas ocasiones, se infravalore su importancia y necesidad frente a otros temas relacionados que irrumpen en la agenda en forma de crisis y urgencias, y que detraen los recursos siempre limitados. Por tanto, es muy importante enfocar las políticas y medidas de adaptación con un horizonte temporal adecuado y considerarlas como un proceso iterativo y continuo.
Este Plan Nacional de Adaptación es el marco general de referencia para las actividades de evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático, y proporciona la estructura global donde encajan las diferentes evaluaciones de los sectores, los sistemas y las regiones. De esta forma, a medida que se desarrollen las evaluaciones, se irán generando unos conocimientos y un cuerpo de opciones de adaptación que fortalecen el propio marco de referencia. Estas opciones pueden ser sectoriales (relativas a un sector específico), multisectoriales (relativas a dos o más sectores conjuntamente), regionales y transversales u
horizontales (sirven para mejorar la adaptación global).
Las acciones horizontales, tales como las relativas a información y comunicación, a formación de interesados, etc., son básicas para dar coherencia e ir consolidando el Plan. Como se insiste a lo largo de este documento, un punto de vital importancia es la participación de los interesados en el proceso de la formulación de las opciones de adaptación. Mientras que la elaboración del marco estratégico, o algunas evaluaciones de sectores directores pueden considerarse procesos con un importante peso de "planificación descendente (top-down approach), la definición de las opciones de adaptación a nivel de sectores, sistemas o regiones españolas debe realizarse fundamentalmente bajo una aproximación descentralizada y ascendente (bottom-up approach). Es aquí donde resulta imprescindible un activo proceso de participación de todos aquellos implicados e interesados en la planificación y gestión del sector o sistema considerado. Existen muchas sinergias con otros compromisos y estrategias ambientales en España, especialmente en los ámbitos de los otros dos convenios de Río, el de Diversidad Biológica y el de Lucha contra la Desertización, pero también con otros muchos instrumentos y directivas de planificación. Por ello es importante integrar las opciones y medidas de adaptación al cambio climático en otras políticas en curso. Por ejemplo, sectores o subsectores tales como agricultura de regadío, recursos hídricos, gestión de inundaciones y sequías o conservación de ecosistemas acuáticos tienen profundas interrelaciones entre ellos, en la actualidad y en un contexto de cambio climático, y las medidas de adaptación planteadas para un sector deben ser evaluadas de forma integrada con los demás.
El papel de coordinación de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) consiste en promover la generación de datos, herramientas e información relevantes para el desarrollo de cada evaluación de impactos y facilitar los procesos participativos. Es importante que se establezcan todos los vínculos posibles entre los distintos grupos de trabajo. La OECC creará y mantendrá una base de datos estructurada con toda la información que vaya
generándose del desarrollo del Plan Nacional de Adaptación, y que estará a disposición de los propios participantes del Plan.
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