Los desastres naturales costaron 166.000 millones de euros en 2005
El Mundo, 23-3-2006
EFE
GINEBRA (SUIZA).- Los desastres naturales causaron pérdidas de unos 166.000 millones de euros (200.000 millones de dólares) durante 2005, un coste especialmente elevado para los países en desarrollo afectados que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) quiere reducir a través del refuerzo de los programas de prevención y alerta temprana.
Con motivo de la celebración del Día Meteorológico Mundial, la OMM resaltó la necesidad de aumentar los esfuerzos de prevención para reducir tanto la pérdida de vidas que provocan los desastres naturales como los efectos devastadores que tienen sobre las economías de los países afectados.
"El 90% de los desastres naturales están vinculados al tiempo, al clima y al agua", señaló el secretario general de la organización dependiente de la ONU, Michel Jarraud, mediante un comunicado de prensa. Desde el punto de vista meteorológico y climático, 2005 fue uno de los años más duros de la historia, con sequías prolongadas en diversas partes del Gran Cuerno de Africa, Europa, Asia, Australia y Brasil, y las fuertes lluvias que provocaron importantes inundaciones en diversas partes del mundo.
Al mismo tiempo, la temporada de huracanes en el Atlántico fue la más activa de la historia, el tamaño del agujero de ozono antártico fue el tercero más grande de los registrados y el mayor, en el Artico, recordó Jarraud.
El año precedente también fue especialmente complicado en cuestión de desastres, sobre todo por el 'tsunami' del 26 de diciembre, que provocó la muerte de unas 225.000 personas en once países ribereños del océano Indico.
La OMM se refirió igualmente a que las repercusiones económicas de los desastres han aumentado en las últimas décadas, especialmente en los países menos desarrollados por su vulnerabilidad a ese tipo de sucesos, lo que a su vez repercute en su avance social y económico.
La institución, que celebra esta jornada desde 1950 y que tiene 187 países miembros, puso también de relieve el importante papel que tanto ella como los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales tienen en la prevención, preparación y atenuación de los efectos de los desastres naturales y las emergencias ambientales.
La organización sostiene que, aunque los desastres no pueden evitarse, la evaluación integrada de los riesgos y las alertas tempranas pueden ayudar a mermar sus efectos devastadores. La OMM se ha propuesto reducir a la mitad el número de muertes causadas por los desastres de origen meteorológico, hidrológico y climático en los próximos quince años. Para lograrlo considera necesario establecer sistemas eficaces de alerta temprana que proporcionen, de manera oportuna y fiable, información precisa a la población de riesgo.
A través de tres centros meteorológicos mundiales y de cuarenta regionales, la OMM trata de facilitar a todos los países la infraestructura global operativa necesaria para observar, detectar, modelar, predecir y emitir alertas tempranas frente a una amplia gama de peligros.
Esos peligros pueden ser desde fenómenos de corta duración, violentos y con un alcance geográfico limitado, como tornados y crecidas repentinas, hasta otros a gran escala como las sequías, que pueden afectar a la mayor parte de un continente y a poblaciones enteras de cualquier parte del mundo durante meses e incluso años.
Más allá de los desastres de origen natural, la OMM también ayuda a sus miembros y a las organizaciones asociadas a responder a las emergencias ambientales transfronterizas a gran escala, como las causadas por accidentes nucleares, erupciones volcánicas, accidentes químicos o incendios de monte.
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